
Justicia,
¿Dónde te escondes?
Ya tus pasos no se sienten
y este mundo quiere verte.
Rondas la cabeza de los que
se hacen llamar autoridad,
mas nunca te procuran
para descubrir la verdad.
La sensatez que algún día fue
ya no volverá
pues desde hace largo tiempo
este reino es hijo de la obtusidad.
He visto lágrimas derramar
por culpa de tu ausencia
y un sinfín de sentimientos encontrados
que suplican tu presencia.
¿Acaso ya no quieres regresar?
Los estafadores te catalogan de ciega
y los creyentes aseguran
que tarde o temprano llegarás.
Tu virtud a pocos se les ha concedido
y esos son los centinelas
de una humanidad que casi se ha perdido.
Sólo pido verte una vez más,
que calmes la agonía de los inocentes
y que les des su merecido
a los que practican la maldad.
Que des equitativamente
lo que a cada quien pertenece,
y que no guardes rencor
por despertarte con mi clamor
de los brazos del Señor.